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Del Imposible al Imparable: La Lección de Optimismo que Nos Dejó el Acuerdo de París

 

Del Imposible al Imparable: La Lección de Optimismo que Nos Dejó el Acuerdo de París



¿Qué harías si te encargaran salvar al planeta sin tener autoridad alguna?

Christiana Figueres recibió ese encargo. Luego del fracaso climático en Copenhague 2009, el mundo se encontraba desmotivado, dividido y escéptico. ¿Un acuerdo global sobre el cambio climático? “Imposible”, respondió ella misma en su primera rueda de prensa.

Pero Figueres entendió algo crucial: el imposible no es un hecho, es una actitud. Y desde esa idea nació una transformación que cambió la historia del planeta.


El poder del optimismo radical (sí, incluso en política)

Christiana no tenía poder legal, pero sí una convicción profunda: el cambio comienza con la forma en que hablamos, sentimos y soñamos los problemas. Por eso, se propuso inyectar optimismo, esperanza y colaboración en un sistema marcado por el miedo, la confrontación y la inercia.

Y contra todo pronóstico, funcionó.


Así se logró lo que parecía imposible

El 12 de diciembre de 2015, 195 países firmaron el Acuerdo de París, comprometiéndose a transformar la economía global para proteger a los más vulnerables y luchar contra el cambio climático. Unanimidad entre gobiernos. Eso ya es milagro.

Pero lo más extraordinario fue cómo lo lograron:

1. Cambio de mentalidad

De ver el cambio climático como una amenaza y carga, a entenderlo como una oportunidad económica, tecnológica y social.

2. Revolución tecnológica silenciosa

Las energías limpias se volvieron más accesibles, eficientes y rentables. Ya existen plantas solares capaces de alimentar ciudades enteras.

3. Unión de múltiples sectores

Desde empresas, inversionistas y aseguradoras hasta líderes religiosos, alcaldes y ciudadanos: todos comenzaron a ver el cambio como parte de su beneficio y propósito.

4. Participación masiva y voluntaria

189 países enviaron sus planes climáticos, adaptados a sus intereses nacionales, pero alineados a una meta común. Por primera vez, todos eran parte de la solución, no solo unos pocos.


¿El resultado? Un acuerdo global, legalmente vinculante, con compromiso real

El Acuerdo de París no es perfecto, ni suficiente por sí solo. Pero es el inicio de una nueva era, un camino hacia una economía descarbonizada, resiliente y colaborativa. Un camino legalmente obligado a revisarse y mejorarse cada cinco años.

“Pasamos del imposible… a lo imparable.”

 

¿Y ahora qué?

Figueres lo deja claro: los próximos cinco años son cruciales. Es tiempo de acelerar, innovar y mantener viva esa chispa de optimismo transformador que nos trajo hasta aquí.

Y lo más inspirador es que esta historia no se trata solo del clima. Es una lección aplicable a todos los grandes retos de este siglo: alimentación, migración, seguridad, agua, salud. Todos parecen imposibles, hasta que decidimos actuar juntos.


El mensaje final: ya lo hicimos una vez. Podemos hacerlo de nuevo.

Vivimos en un mundo interconectado e interdependiente. Lo que te afecta, me afecta. No hay más ganadores y perdedores. O ganamos todos… o perdemos todos.

Y eso es una elección. Una actitud.


Referencia

Figueres, C. (2016). The inside story of the Paris climate agreement [Video]. TED. https://www.ted.com/talks/christiana_figueres_the_inside_story_of_the_paris_climate_agreement


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